Tener una fuente es una parte importante en la decoración de nuestras viviendas. Estas fuentes son un toque perfecto de buen gusto y forman parte de la impresión que damos a las personas que nos visitan o invitamos en nuestros eventos sociales. Además, existe una técnica que aconseja contar con una fuente en nuestro espacio, ya que considera aporta buena energía, atrayendo prosperidad, bienestar armonía y tranquilidad para el hogar.
Al desear una fuente en nuestras viviendas, no sólo queda en este acto, ya que requiere más que su construcción e instalación para lograr que ésta funcione; asimismo, es importante visualizar las consecuencias que conlleva tenerla en buen estado; más aún si su colocación es al aire libre, por lo cual, queda expuesta a ser contaminada por las partículas del ambiente, a ensuciarse con los desechos de nuestro jardín, propiciando la generación de algas; lo que significa que tenemos estar conscientes de darle un mantenimiento adecuado periódicamente para mantenerla protegida y limpia los 365 días del año.
Por tal razón, hemos dividido la forma en la que debes dar mantenimiento a tu fuente para que esta actividad sea eficaz, sencilla y económica, obteniendo con esto una mayor vida útil de tu fuente.
1.Mantenimiento preventivo
En primer lugar, de manera sencilla y cotidiana, podemos darle mantenimiento preventivo tanto a la fuente como al motor de ésta (bomba). En cuanto a la bomba, ésta se debe mantener de manera constante sumergida en la fuente, que mejor sí está encendida las 24 horas del día. De esta manera se mantendrá el circuito del agua: hace que ésta genere movimiento que a su vez impide la acumulación de moho y la generación de algas. Así mantendremos el agua de su interior cristalina y limpia, durante más tiempo.
Siempre debes verificar que el nivel del agua donde se encuentra la bomba de la fuente sea el suficiente para cubrir la bomba y que además le permita seguir trabajando sin algún esfuerzo adicional, lo que ayudara a que el tiempo de vida de la bomba sea mayor.
2.Mantenimiento correctivo
El mantenimiento correctivo trata que no sea de mayor complejidad, es decir, que si hacemos de manera correcta el mantenimiento preventivo, automáticamente el mantenimiento correctivo se aplaza y es mínimo. Pero, debes estar al pendiente de las fallas que pueda presentar tu fuente y corregir algunos defectos hidráulicos: fugas o que algún conducto se encuentre tapado, o bien, desgastado y cambiarlo. De igual manera, debes asegurarte que la instalación eléctrica no presente fallas o deterioros, en el caso de existir, corregirlos antes de que la falla sea mayor.
Es importante que empieces a tratar el agua con algunos productos químicos; éstos son baratos y fáciles de encontrar. No obstante, cuando se le de un uso correcto y se invierta en cuidados, normalmente quedan residuos que van generando moho en las paredes; por ello, el uso de productos químicos. Entre los más usuales está el dióxido de cloro.
En caso de ser necesario, debes hacer las reparaciones de obra en el sistema de la fuente o bien en esta misma.
3.Limpieza de la bomba
Como sabrás, la bomba sumergible es la esencia de la fuente ya que le da vida, por tanto, no debes pasar por alto su mantenimiento y es muy sencillo. Además de los consejos que ya te hemos compartido, debes de limpiarla y la manera correcta de hacerlo es la siguiente:
- En primera instancia, debes desconectarla por seguridad para evitar alguna descarga eléctrica o algún corto circuito que nos cause lesión, además, esto te permitirá trabajar de una mejor manera.
- Desagua la fuente para poder sacar de manera segura la bomba de su lugar y así puedas limpiarla con una franela o bien con una esponja. Para sus pequeñas hendiduras, usa un cepillo de dientes que ya no utilices y talla de manera cuidadosa para no dañarla. Limpia la zona con un trapo húmedo. Déjala al aire libre para que se seque, y una vez lista, colócala de nuevo en su lugar.
Se recomienda hacer este mantenimiento una vez al mes, prolongaras la vida útil de la bomba y proporcionaras un rendimiento óptimo para tu fuente.
4.Limpieza general
Lava con un cepillo el interior de la fuente, es decir, bases y paredes que la conforman; agrega un poco de detergente (lejía); enjuaga perfectamente y seca las paredes con un paño. Ahora sí, pon en funcionamiento tu fuente y a disfrutarla.